EL IMPACTO DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS EN LA EDUCACIÓN

La aparición de Internet provoca un fuerte impacto en el ámbito educativo. Está ocasionando cambios significativos en los métodos de enseñanza educativos vigentes hasta la fecha.

Podemos ver que Internet puede ser aplicado a la enseñanza de diversas maneras, como por ejemplo, sirviendo apoyo a la enseñanza tradicional, alternando de las dos de forma que se complementen, o también sustituyendo por completo a las clases educativas tal y como las conocemos hoy en día.

A día de hoy, el modelo más empleado apoyo a la enseñanza tradicional, cuyo uso más importante es el de un extensísimo cajón de sastre donde acudir cuando se necesita información, bien en forma literaria, pictográfica o audiovisual.

Sin embargo es posible que a largo plazo, el planteamiento que se imponga en mayor medida sea el uso de Internet como referente principal en el ámbito educativo, apoyado según las necesidades por personal docente para complementar las posibles carencias derivadas de Internet.

Otra de las consecuencias derivadas del uso de Internet en la educación consiste en la posibilidad de extender el conocimiento de áreas que en diferentes circunstancias serían recibidas por una minoría, bien sea por la imposibilidad de desplazarse al lugar donde se imparten, como costear el importe de una educación en el extranjero.

Por tanto, de lo que no cabe duda es que estos avances permiten difundir, de manera global, conocimientos que anteriormente se impartían únicamente en aulas, que tienen una audiencia potencial infinitamente menor a la que se puede ofrecer a través de Internet.

No obstante, aún queda mucho camino por recorrer y se plantean muchos interrogantes para su implantación definitiva como la herramienta definitiva para el aprendizaje. Unos de los principales temas a tratar es el papel del profesor como intermediario entre el estudiante y contenidos a estudiar.

Desde esta perspectiva nos podemos plantear si la figura del profesor es sustituible. Es difícil tomar una posición de rotundidad en torno a esta cuestión, puesto que la respuesta no es un “sí” o un “no”, existen muchos “peros”.

Es a todas luces evidente que tanto en la enseñanza preescolar, como en la primaria e incluso en la media se necesita una persona encargada de trasladar los conocimientos a estudiantes que aún no disponen de las herramientas y conocimientos necesarios para construir su propio conocimiento.

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